Presentación

El Parque Nacional Cerro Castillo se ha ido poco a poco instalando en el radar de senderistas, montañistas y escaladores. Sus numerosas montañas son un atractivo menú para aquellos que buscan soledad, belleza y desafíos deportivos a la medida.

Más allá del colosal cerro Castillo, se levantan embrujantes montañas de abrupta fisonomía. Torres y agudos picachos de roca son asediados por glaciares y canaletas de hielo y nieve que van dando forma a cerros tales como el Palo, Sahne Nuss y Punta El Olvido. Sin embargo, uno de los más altos, enigmáticos y desconocidos, es el cerro El Viejo.

Esta montaña se encuentra al noroeste del cerro Sahne Nuss, vecino con quién permanece unido a través de un aéreo y accidentado filo rocoso que se le acopla por el este. Su cara sur es una sombría y vertical pared de roca técnica y sostenida en la cual se pueden aventurar varias líneas. En su flanco norte, una serie de abruptos canalones rematan en su diminuta cumbre, constituida por una torre de roca que hace equilibrio en lo más alto.

La historia deportiva de esta montaña era absolutamente desconocida hasta el ascenso reportado por los chilenos Rodolfo Torrens e Ignacio Vergara en enero de 2015. Ambos escaladores se adjudicaron el primer ascenso absoluto en una actividad que les tomaría 25 horas auto-cumbre-auto, abriendo una vía en la pared sur de aproximadamente 7 largos, 350m. y una dificultad de 5.10+.

El segundo ascenso absoluto reportado llegaría la primavera de ese mismo año a través de una nueva vía. Serían Marco Poblete y Pablo Cid los encargados de inaugurar la cara este, para luego escalar por uno de los canalones de su cara norte, hombro este y torreón somital. Reportaron dificultades de 55°/WI2/M4/5.9. En agosto del 2021 los montañistas locales Felipe Maturana, Javier Galilea y Enrique Runín repitieron el ascenso por esta ruta consiguiendo así la primera ascensión invernal del cerro.

El Viejo es una de las tantas montañas que se comienza a desempolvar en la cordillera Castillo, ofreciendo una linda actividad llena de aventura, y por qué no, de exploración.

El origen del nombre de la montaña no está del todo claro. Todo indicaría que nace con posterioridad al bautizo de una espectacular montaña vecina conocida como La Vieja.

Referencia

• Poblete, Marco (2015) Yo soy tu sangre mi Viejo. Blogspot Alturasur.