Primera ascensión al Cerro El Brujo (4.740 m.)

En el marco de la celebración de los 100 años del Club Alemán Andino DAV, los socios Jan Masferrer Trius y Daniel Melo se propusieron un objetivo ambicioso pero no imposible: ser los primeros seres humanos en pisar la cumbre del cerro El Brujo.

El cerro El Brujo (4.740 m.) es una montaña granítica ubicada en la cordillera de San Fernando, región de O’Higgins y que hasta noviembre del 2024, no había sido escalada de manera íntegra hasta su cumbre.

A continuación, presentamos un relato de cómo acontecieron los hechos de aquellos gloriosos y cercanos días de primavera.

Imagen de la ruta completa, desde el auto hasta la cumbre


Era sábado 9 de noviembre. Jan Masferrer se disponía a partir en el bus de las 6 A.M que partiría desde Santiago y que lo llevaría hasta la ciudad de Rancagua, donde lo estaría esperando Daniel Melo. Su llegada, prevista para las siete de la mañana, no tuvo contratiempos e inmediatamente emprendieron rumbo al sector de Río Portillo.

Para ello, debían atravesar un fundo privado, acceso que debieron gestionar a través de la empresa de turismo Glaciares de Colchagua.

Glaciares de Colchagua

Glaciares de Colchagua es una empresa de Turismo Aventura de intereses especiales, con base en San Fernando, preocupada del desarrollo de actividades de Montaña en la Cordillera de Los Andes.

Eran ya las 11:30 de la mañana cuando Jan y Daniel llegaron al final del camino de ripio que conduce a la bocatoma de una de las centrales hidroeléctricas que existen en el sector, lo cual les permitió ahorrarse unos dos kilómetros y 200 metros de desnivel ¡el inicio de esta aventura estaba saliendo incluso mejor de lo esperado!

Luego de caminar un rato,el valle se abrió ante ellos mostrando todo su esplendor: cascadas de aguas brotando por todos los cerros y una primavera exuberante que les daba la bienvenida.

La cordada siguió avanzando siempre en dirección norte, siempre al lado derecho del río Portillo. De vez en cuando podían divisar algunas huellas -apenas visibles- de arrieros, hasta que en un momento llegaron a una preciosa y ancha vega donde, lamentablemente, los arrieros han establecido un campamento para realizar las veranadas, recargando el lugar de basura y desperdicios.

Primera vega alcanzada por la cordada, que es sitio de campamento para arrieros en las veranadas.

Luego de darse cuenta del estado del lugar, siguieron su camino por la derecha del campamento arriero. En este punto comenzaron a ascender por las laderas de la mítica Sierra del Brujo (compuesta por algunos cerros como Alto del Collay, Cotón, Dr. Hernán Cruz, Sandra, Volcán Palomo, cerro Alto de Los Arrieros y Portillo), para ir siempre en dirección noreste y siempre ganando altura.

Luego de un tiempo caminando en esta dirección, continuaron caminando por las faldas de los cerros que tanto añoraban, para ir tornándose fijo hacia donde nace el sol en estas latitudes, es decir, al Este.

Al respecto, Jan cuenta que “al ganar altura la sierra del Brujo va ganando prominencia, y sus primeras cumbres se asoman“. Ambos quedaron impresionados al notar la más prominente de ellas, se trataba de la Torre Central, que superaba con creces los 4mil metros de altura y que, sin duda, es quien custodia la entrada a este valle y a las montañas que lo rodean.

Las impresionantes vistas se van obteniendo a medida que avanzan en distancia y en altura.

La cordada necesitó seis horas y media de caminata, para abarcar apróximadamente 9 kilómetros de distancia y sumar 800 metros de desnivel para alcanzar lo que sería el Campamento 1 (C1) a los 2.650 metros, emplazado en un espectacular anfiteatro de cumbres que superan los 4mil metros de altura.
El paisaje de ensueño, rodeado de rocas, cascadas y nubes que, aún, no dejaban ver su objetivo. Debían esperar.

Campamento 1 en un anfiteatro de ensueño a 2.650 msnm.

Sin embargo, la espera no fue del todo gris, sino que algunos rayos de sol se filtraban a través de las nubes regalándoles colores y tonalidades hermosas, para luego dar paso a la noche.

Cuando eran a penas las 20:30 horas, ya estaban en sus sacos de dormir, listos para descansar, lo cual lograron a medias ya que ambas colchonetas se pincharon en el campamento, ¿qué vendría después?

Al día siguiente, se tomaron la mañana con calma. Disfrutaron de las primeras luces del amanecer, desayunaron, desarmaron el campamento y dejaron un depósito con comida para la vuelta.

Si miras la foto que está abajo, caminaron por el canalón que está a la derecha de la última cascada, al fondo de lo que sería este valle + anfiteatro. Les tocó subir un acarreo en la primera parte, para luego dar paso a nieve dura desde la mitad hacia arriba. Esto último les facilitó el ascenso, sin duda ¡cualquier cosa mejor que un acarreo!

Cascadas brotaban de todos los cerros, creando un paisaje de montaña realmente soñado.

El segundo día de ascenso iba bastante bien. Superaron el canalón sin mayores dificultades para luego llegar a un valle que se abre en suaves pendientes y con extensos manchones de nieve que les permitieron avanzar sin problemas. Incluso se puso a nevar, pero esto ya lo tenían previsto y no fue ningún obstáculo para continuar caminando.

Siguiendo siempre a la derecha del valle y hacia la derecha (dirección Este – Sureste)alcanzaron un manchón de nieve más empinado que los anteriores y que lograron superar en 4 horas y media, avanzando unos 2,5 kilómetros y ganando +1.000 metros de desnivel. Todo el esfuerzo de este día los conduciría a un pequeño plateau, ideal para pasar la segunda noche en un ameno Campamento 2 a 3.600 metros de altitud.

C2 con más nieve a 3.600 msnm .

Más tarde, el esquivo Brujo se dejó ver gracias a que las nubes se disiparon y permitieron divisar el objetivo, sin embargo Jan y Daniel no estaban tan seguros de que fuera la cumbre-cumbre y, en el caso de que lo fuera, cuál de esos torreones era el más alto. Uf, ¡vaya dilema!

El Brujo se dejaba ver por primera vez, ¿o no?

Quizás – pensaron los chicos – deberíamos mirarla un poquito más de cerca para estar seguros…

Y así lo hicieron

Utilizando las herramientas para aclarar dudas.

En su detallada observación, pudieron notar que la más alta era, en efecto, la de más a la derecha, la que a penas se veía de lo blanco que era su granito.

A la mañana siguiente y, motivados por lo que habían logrado ver el día anterior, a las 5:30 de la mañana ya estaban en pie. El objetivo era comenzar a caminar antes de las siete de la mañana, lo cual les daría tiempo en caso de que sus conclusiones estuvieran erradas o que la ruta fuera más complicada o más técnica de lo que pensaban, en fin, prefirieron partir con tiempo y así disponer de todo el día para buscar soluciones -y problemas-. De todas maneras “solamente” los separaban 1.150 metros de la cumbre y algo así como 2 kilómetros en línea recta.

Prosiguieron su marcha desde el Campamento 2, atravesando neveros, siempre dirigiéndose en dirección Sureste, hasta llegar a un gran murallón de roca, el cual, en la parte superior sostiene una parte del glaciar El Brujo.

En su relato, Jan puntualiza que “se debe transitar siempre por la derecha del glaciar colgante, y por la izquierda del glaciar inferior”.

Probablemente empapados de la magia del lugar, rodeados de seracs, glaciares colgantes y rocas, comenzaron a ganar altura, no sin antes atravesar también los difamados acarreos, para así alcanzar los 4.300 metros de altitud.

Se puede apreciar el glaciar colgante y los seracs que lo atraviesan.

Desde aquí vieron por primera vez en el día lo que parecía ser su objetivo, aquella cumbre que divisaron desde el C2 y que ahora se encontraba a su izquierda… pero, esperen, justo en ese momento vieron cómo, a la derecha de donde se encontraban, aparecía otra cumbre que parecía de similar altura. ¡Qué dilema! ¿Cómo comprobarían cuál era más alta que la otra?

Por fortuna, los protagonistas de esta historia no eran sólo previsores en terreno, sino también fueron muy aplicados en el momento de la logística: se informaron, leyeron historias, relatos y toda la bibliografía que pudieron y gracias a ello pudieron recordar que la punta que se encontraba a la derecha era la Punta Nuseva, por lo tanto la de la izquierda era su verdadero objetivo.

Punta Nuseva

El 11 de enero de 1971, Rodrigo Pérez y Ernesto Surhoff del Grupo Andino Mañke, conquistaron la cima norte del cerro El Brujo (4630m) por la ruta del glaciar noroccidental que colinda con el río Portillo en el cajón del Toro. La cima fue bautizada como “Punta Nuseva” (4570m IGM) en recuerdo de las iniciales de los apellidos de los andinistas Pedro Núñez, Roberto Serey y César Vásquez, desaparecidos trágicamente en otras montañas.

Se logra apreciar la cercanía de la Punta Nuseva con el real objetivo de la cordada. © Andrés Figueroa

Luego de cruzar el glaciar por la parte más alta de éste y girando a su vez hacia Noreste, donde se toparon con nieve en óptimas condiciones llegaron a un último torreón de roca, en el cual tendrían que encaramarse para, finalmente, llegar a la codiciada cumbre.

Ambos estaban sorprendidos, ya que les costó menos trabajo del que pensaban sortear el acarreo con trepes de hasta III grado. Incluso, no tuvieron que usar cuerdas ni equipo de protección. Por supuesto, equipo con el que sí contaban y que descansaba en sus mochilas, haciendo un lindo paseo hasta la cumbre del cerro, dentro de las mochilas.

Último torreón de roca, con acarreo y trepindangas que no superan el III grado

“La cumbre es un espectacular y aéreo torreón con tres puntas, donde apenas caben 3 o 4 personas, con un precipicio hacia el Norte que cae hacia el glaciar del Alto de los Arrieros, y desde donde se divisan cumbres que llegan hasta el San José y el Marmolejo” – Jan Masferrer Trius

¿Qué es…?

Nevero: Lugar en las montañas en que la nieve se conserva durante todo el año. (RAE)

Serac: Pináculo de hielo formado en la parte de un glaciar donde las grietas se cruzan, que da por resultado la desagregación y la descomposición de bloques de hielo rotos en cascadas de hielo. (Laboratorio de Glaciología)

Luego de una exhaustiva revisión en la cumbre, Jan y Daniel no encontraron ningún vestigio de presencia humana previa a la de ellos. Además, confirmaron que se encontraban más arriba que la Punta Nuseva.


Disfrutaron de media hora en la cima , sintiéndose los pioneros en ese particular paraje. No habían hasta la fecha ojos humanos que hayan contemplado el territorio desde ese punto exacto. Sus caras de felicidad hablaban por sí solas:

Hay imágenes que no necesitan descripción.

Finalmente, dejaron un registro en la cumbre esperando así que más personas se animen a visitar tan hermoso cerro con una ruta que les entregó satisfacción total.

Libro de cumbre cerro El Brujo

ITINERARIO

  1. Santiago – Campamento 1
  2. Campamento 1 – Campamento 2
  3. Campamento 2 – Cumbre – Campamento 1
  4. Campamento 1 – Santiago