Introduction

Los Piches "se esconde" en uno de los lugares más visitados por los amantes del montañismo de los Andes centrales: el valle de Yerba Loca. Desde su cumbre sorprende la espectacular vista del glaciar de la Paloma y al cerro Altar. Además se aprecia imponente la cara oeste del Plomo y el cerro Leonera, mientras que unos 500 metros más abajo de su cima, por el mismo filo, es posible admirar los coloridos paisajes que dan forma al cerro Manchón. Aunque poco sabido, los Piches es visible desde una buena parte de la ciudad de Santiago, aunque tiende a confundirse visualmente con el cordón que forman más atrás la Paloma y el Altar.

A pesar de su cercanía con la capital y de no presentar mayores dificultades técnicas para subirlo, es un cerro escasamente ascendido. Es accesible tanto desde el valle de Yerba Loca como desde el del río San Francisco. En este último caso, es necesario evitar las instalaciones de la minera los Bronces, cuyos administradores no ven con buenos ojos a montañistas incursionando por el sector. El filo donde se encuentra ubicado está muy expuesto al viento, pudiendo éste incluso superar los 80km/h, lo que con frecuencia ha provocado que grupos de excursionistas hayan abandonado su intento de ascenso imposibilitados de seguir avanzando bajo estas condiciones.

El nombre los Piches parece provenir del nombre de una de las especies más pequeñas de armadillo o quirquincho (zaedyus pichiy) animal típico de la Patagonia que alguien pudo pensar que también habitaba esta zona de Chile.

Un cerro ignorado, que bien vale la pena conocer.