Año 1884, se nombra a don Manuel Hidalgo como guardabosque de Pozo Almonte, este es un registro histórico del surgimiento de la necesaria idea de
establecer el trabajo de vigilancia de espacios protegidos en nuestro país, dado el uso irracional de recursos naturales que en esa época surgía y que por
lo mismo el Estado chileno debía responsabilizarse para velar por la protección y fomento del uso racional, equilibrado.
En este contexto, también don Federico Albert Faupp, particularmente en el año 1911, arremete a propósito de su propuesta de diseño de la Inspección
General de Bosques, Pesca y Caza, señalando o mejor dicho, advirtiendo que: (textual)
“…la falta de guarda-bosques es otra de 1as necesidades que se hacen sentir en este Servicio de Bosques, no solo para impedir los incendios en las
propiedades fiscales que a veces han llegado a la República ArJentina, sino también para el resguardo de los propios establecimientos. El Rejimiento de
Carabineros que ha facilitado hasta la fecha el personal de vijilancia necesario, ha tenido que reducirlo durante el presente año por las economías que
ha sido necesario introducir i también por las exijencias de particulares influyentes que han podido conseguir preferencia a los servicios públicos
”.
Esta visión por instaurar este tipo de trabajo, (vigilante-protector-educador) adquiere mayor sentido a partir de la creación de la Reserva Forestal
Malleco[1], puesto que tras siete años de la creación de esta primera área silvestre protegida con límites
definidos y formalizada legalmente, se contrata (1914), al que podemos considerar precursor de los y las actuales guardaparques, a don Manuel Alvarado,
específicamente en el cargo laboral de Administrador de dicha Reserva, trabajo que desempeñó hasta el año 1930.
La principal preocupación de don Manuel, era proteger los bosques contra siniestros y fundamentalmente para impedir la extracción ilegal de madera.
Complementando este episodio relevante de la historia de guardaparques, también hoy sabemos quién fue la primera mujer guardaparque del actual SNASPE –
esto, gracias al aporte del colega don Carlos Poveda Urriaga (guardaparque del Parque Nacional Puyehue)-. Se trata de la srta. Mirla Carrasco Kahler, quién
a fines del año 1974, asumió funciones de guardaparque encargada de la operación y mantención del recién, en ese entonces, construido e implementado Centro
de Visitantes (localizado en el sector Aguas Calientes del PNac. Puyehue). Sus labores cotidianas eran las charlas educativas a visitantes, valiéndose para
ello de grabaciones y exposición con diapositivas, labor que también complementaba con charlas educativas en terreno, preferentemente a visitantes que
acampaban en el parque. Su trabajo, se prolongó hasta noviembre del año 1976, fecha en la cual se retiró de CONAF.
Pero, ¿Quiénes son los y las guardaparques?, ¿Cómo se definen? ¿Cuáles son sus funciones?
Estas palabras son del primer Director del Servicio de Parques Nacionales [2] de los Estados Unidos. Estaba
respondiendo a la pregunta, ¿para qué sirve el guardaparque?, su respuesta fue:
“Si un sendero va a ser trazado, envié un Guardaparque; si un animal está atrapado en la nieve, envié un Guardaparque; si un oso está en un hotel,
envié un Guardaparque, si un incendio amenaza un bosque, envié un Guardaparque, y si alguien necesita ser ayudado, envié un Guardaparque".
Son muchas las definiciones o descripciones que se han dado para identificar a estos y estas trabajadores(as), coincidiendo que el guardaparque, es un
agente protagonista de la conservación y, nexo relevante de la gestión que emprende el Estado en áreas protegidas y la relación territorial de ésta con su
entorno. En este contexto, el guardaparque asume un liderazgo ante las comunidades locales y se convierte en un promotor perseverante de la conciencia
ambiental, ante ellas y para las miles de personas que anualmente visitan las unidades que conforman el Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del
Estado (SNASPE).
A su vez, es importante mostrar al lector la gran diversidad de funciones que desempeña un equipo de guardaparques de una determinada área protegida: desde
el ámbito de la protección, tanto para los valores naturales y culturales que contiene un área, como para los bienes institucionales y enfocado al mismo
visitante; así como la gran labor que desempeñan en educación y sobretodo en la interpretación ambiental: técnica de trabajo compleja, dado que se
requieren aptitudes y conocimientos sólidos que permitan lograr el objetivo de ella, que es la conexión emocional e intelectual del visitante con la
naturaleza y cultura del área protegida y su entorno.
En un somero recuento de la variedad de funciones, son parte de su trabajo: la educación e interpretación ambiental, la protección integral del área
protegida incluyendo acciones en favor de visitantes, la planificación global y específica de las áreas protegidas, el control y atención de visitantes, el
rescate de personas extraviadas y accidentadas, la administración propiamente tal del área protegida, la mantención de la infraestructura, la investigación
aplicada, la ejecución de censos de fauna silvestre e introducida, el control de plagas, inventario vegetacionales, etc., etc.
Un hecho muy importante a destacar es que los guardaparques por interés propio y con el apoyo decidido de directivos y jefaturas de CONAF logran el
establecimiento formal (por estatutos) del Cuerpo de Guardaparques [3]de la Corporación Nacional
Forestal,
así como también su incorporación a la Federación Internacional de Guardaparques (año 2001).
Esta iniciativa surgió en enero del año 1994; momento en que llevan a cabo el “Primer Encuentro Nacional de Guardaparques de Chile” (región del Bío Bío,
Concepción).
La esencia del Cuerpo de Guardaparques, es constituirse en un instrumento de participación, de diálogo, que permite a CONAF cumplir mejor su rol de
servicio público, beneficiando a las generaciones actuales y futuras, todo lo cual con una visión compartida con la institución de fortalecer la gestión
del SNASPE y su posicionamiento en la comunidad nacional.
Tal pensamiento es compartido por la gran mayoría de guardaparques, y ahora cobran mayor fuerza y sentido las palabras de un colega guardaparque,
ex-representante nacional del Consejo Guardaparques, don Joel Aguirre Nova (Q.E.P.D.): “Los guardaparques decidimos ser partícipes y no solo meros
espectadores del desarrollo de las ASP, con la formación del Cuerpo Guardaparques, una organización dentro de la estructura institucional. Nuestro
fundamento es trabajar en conjunto con las autoridades y de esta manera avanzar en diversas acciones…”
Hoy son aproximadamente 432 trabajadores que asumen esta noble labor, distribuidos desde el norte altiplánico hasta la austral Patagonia, incluyendo
importantes islas, como Rapa Nui, Juan Fernández y otras. Se agregan a ellos, un contingente de trabajadores de carácter temporal, como soporte operativo
para temporadas de alta concentración de visitantes.
Por la significancia de este estamento de la Corporación Nacional Forestal, en cada año, en cada 30 de septiembre, se pone en valor la labor del
guardaparque, el de ahora y de los antecesores que dejaron huellas de su trabajo.
Con tal motivo, se aunaron esfuerzos (CONAF- Cuerpo Guardaparques) para que a partir del año 1995, se celebre el Día Nacional del Guardaparque, fecha que
coincide como se mencionó anteriormente con la creación de la primera área silvestre protegida en Chile. En tal sentido, esta merecida conmemoración
constituye un reconocimiento para cada uno de los guardaparques que labora a lo largo del país.
Las ceremonias de reconocimiento, desde el año 1995, han consistido en la premiación a guardaparques que se hayan destacado por su contribución a la
gestión de conservación / preservación de la biodiversidad existente en las áreas protegidas, o por su aporte a usuarios de áreas silvestres protegidas.
Así como, en algunos eventos también se han dado un merecido reconocimiento a guardaparques antiguos y de larga trayectoria en áreas silvestres protegidas.
A este respecto, se han aplicado innovaciones de premiación como las enunciadas anteriormente, siendo otras por ejemplo el destacar la labor de la mujer
guardaparque, o resaltar la gestión integral del Cuerpo de Guardaparques de unidades del SNASPE.
Lo anterior, con la finalidad de resaltar ante la ciudadanía la figura de este agente de la conservación y su aporte invaluable para promover la conciencia
colectiva para el resguardo de los valores naturales y culturales que contienen cada una de las unidades que conforman el SNASPE.
En este contexto y para representar el reconocimiento hacia este estamento de nuestra institución, se distinguirán en esta versión de la celebración a dos
guardaparques, en las dos siguientes categorías:
Premio a la contribución a la conservación ambiental y cultural asociado al área silvestre protegida y su entorno,
Premio al servicio a los usuarios del SNASPE, preferentemente visitantes y comunidades locales vecinas a las áreas protegidas.
Finalmente, y gracias a la tecnología digital, invito a ustedes a conocer directamente las experiencias laborales y vivencias de guardaparques,
testimoniadas por ellos mismos, a través de sus variados artículos en los cuales se refleja el arduo trabajo asociado al compromiso, mística y amor a la
naturaleza y cultural contenidas en las diversas y maravillosas áreas silvestres protegidas del Estado. Los pueden revisar en el link: http://www.conaf.cl/parques-nacionales/cuerpo-de-guardaparques/
[1]
30 septiembre 1907, con 33.630 ha de superficie protegida, por Decreto N° 1540 del Ministerio Relaciones Exteriores sección colonización, en la hoy
Región de la Araucanía y bajo la Presidencia de don Manuel Montt.
[2]
Steven T. Mather, Primer Director del Servicio de Parques Nacionales de Estados Unidos, (16 de mayo de 1917 al 8 enero de 1929)”.
[3]
En el año 1999, mediante Resolución Nº 244 de fecha 18 de octubre se creó oficialmente el Cuerpo de Guardaparques de Chile.