Miembro de la comunidad Andeshandbook, Rafael Reinoso es un motivado montañista chileno, que siempre está activo: ha firmado, nada más ni nada menos que 67 libros de cumbre desde el nortino volcán Juriques (5.704 m) hasta algunas montañas de Alto Huemul, en la región del Maule, incluyendo algunos primeros ascensos. Además, ha colaborado con 9 montañas y 1 ruta.
Toda una hazaña.
Rafael Andrés Reinoso Ramírez (36 años), constructor independiente es oriundo de la región Metropolitana.
Miembro activo de Andeshandbook desde 25 de octubre de 2021. Rafael dedica sus intereses a explorar y descubrir la cordillera de la zona central. Además, opina que tiene “la suerte de contar con excelentes cordadas que tienen en común objetivos similares, en donde se mezcla la historia, cultura y el montañismo en si”.
Amante de la fotografía y la documentación, posee un registro fotográfico bastante extenso, regalo que dedicado a su hijo.

AHB: Rafael, cuéntanos un poco desde dónde nace tu motivación por subir cerros. ¿Cuál es tu historia?
Rafael Reinoso (RR): Mi motivación por los cerros nace desde que un tío, me lleva junto a mi hermano al cerro Chena (951 m). En aquella época era todo más verde y recuerdo la gran cantidad de reptiles y aves que había en el lugar, generalmente hacíamos este paseo los fines de semana, me gustaba mucho interactuar con la naturaleza, además el cerro Chena es un muy buen mirador de la cordillera de los Andes por lo que siempre estuvieron las ganas de ir más allá.
Más tarde a la edad de 14 años, iba a visitar a mi mamá a su casa en la localidad de Chépica, en la región del libertador Bernardo O’Higgins, en la Quebrada de Jauregui.
Fue en ese lugar que junto a otro tío, quisimos realizar una salida por los cordones transversales hasta una punta donde podíamos ver la ciudad de Curicó.

No manejábamos los conceptos de planificación, así que llenamos un par de botellas con agua, llevamos pan y galletas. Estábamos de vacaciones en casa de mi mamá, donde también estaba mi abuela y otros familiares.
Salimos aproximadamente a las seis de la mañana, cruzamos el camino principal, pedimos permiso en una casa y comenzamos nuestra aventura. Aventura que con el paso de las horas comenzó a transformarse en una pesadilla.
Llegamos a la antena que era nuestro objetivo a aproximadamente a las cuatro de la tarde. Al volver a esa hora, el sol era implacable y no teníamos agua: la casa más cercana estaba lejos y mi tío se comenzó a desesperar, pasaban las horas y comenzaba a oscurecer, no teníamos perspectiva de donde estábamos, pero en el horizonte veíamos una luces, comenzamos a caminar hacia ellas y bajamos a una villa que estaba en construcción, donde nos atendieron unos trabajadores que estaban cuidando la obra y gentilmente nos dejaron en casa de mi mamá, donde ya se estaba armando un operativo (de rescate).
Eran aproximadamente las 11 de la noche, cuando entramos a la casa. Algunos, incluso, lloraban.
Recuerdo que me había quemado con el sol y sentía que mi cabeza iba a explotar.
A mí no me retaron, fue mi tío quien sufrió las consecuencias.
El dolor lo transformé en una experiencia positiva y las sensaciones negativas que sentí aquella vez las pude evitar organizándome en cada salida.

Desde aquel día, no deje más de mirar la cordillera y comencé este hermoso camino, de conocer, contemplar y apreciar nuestras montañas.
AHB: ¿Qué es lo que más te atrae de estar en la montaña?
RR: Lo que más me atrae de la montaña es el silencio, los colores y texturas, el contemplar la belleza y los contrastes, además la historia que esconden las montañas, desde los vestigios arqueológicos, desde sus primeros habitantes hasta los testimonios de grandes hazañas ocultos en las altas cumbres.
Todo esto se junta y es lo que muchas veces motiva una salida al cerro.
También un factor motivante es el poder compartir con la gente que estimo, que he conocido en la montaña y que fuera de ella se ha transformado en amistad, hay veces que no coincidimos, pero eso para mí no era un factor para dejar de ir, muchas veces lo hice solo, hoy en día he dejado de lado ese formato por las responsabilidades que aquello conlleva.
En mi forma de ver las montañas, todo es un objetivo que merece una visita, cada una con su encanto, muchas veces el encanto no está en la misma montaña, si no en su aproximación, sus
valles, sus aguas, su flora y su fauna.

“…muchas veces el encanto no está en la misma montaña, si no en su aproximación, sus valles, sus aguas, su flora y su fauna.”
AHB: Has colaborado varias montañas en Andeshandbook, que es lo que te mueve a querer compartir la información.
RR: Desde que conocí Andeshandbook, lo encontré una herramienta bastante interesante. En sus inicios te guiabas por las fotos y la descripción objetiva de sus colaboradores. Lo encontraba muy entretenido y muchas de aquellas primeras rutas que seguí, son de montañistas que respeto mucho por su trayectoria y trabajo.
Hoy en día la tecnología ha transformado la forma de realizar montañismo, por lo tanto, también como se documentan las rutas, lo que ha cambiado un poco la forma de pensar y desenvolverse en la montaña, basta con seguir un track y podemos estar donde otros estuvieron sin mayor esfuerzo y sin mucha toma de decisiones.
Si bien he colaborado con una ruta de montaña, estoy dispuesto a hacerlo con todas las demás, pero sin perder el estilo
clásico de Andeshandbook, en donde el montañista es objetivo en lo que describe para que pueda ser entendido perfecto por los demás.
Con respecto a las montañas que he colaborado, muchas de
ellas tienen una historia que contar y esa información no se debe perder, son parte de la historia de nuestro territorio y es un tesoro que debemos guardar para que las futuras generaciones puedan acceder a la información.
Es básicamente continuar con el trabajo que se ha realizado hasta ahora y por muchos años, lo que me motiva
AHB: ¿Tienes alguna ruta o cerro favorito?
RR: No tengo un cerro o ruta favorito, pero si un lugar que he visitado muchas veces es la Sierra de Ramón y varias de estas junto a mi hermano Germán, por lo que tengo muy buenos recuerdos atesorados.


AHB: ¿Cuáles son tus proyectos futuros en el área de montaña?
RR: Desde que comencé a estar más tiempo en la montaña me comenzó a interesar la historia y el trabajo que realizo Eberhard Meier, siempre hay alguna montaña por visitar en donde él alguna
vez estuvo.
Me gustaría ir al sector del Catedral del Polleras y buscar algún vestigio de sus visitas a las montañas vecinas de esta cumbre principal.
Es un objetivo que tenemos hace mucho tiempo en carpeta y que cuento con el apoyo de Damir Mandakovic un muy buen amigo y cordada.
Hoy en día me encuentro realizando ascensos en la Sierra del Coironal, que es un lugar que me llama mucho la atención sobre todo el margen norte desde el Alto del Coironal, donde se
encuentran montañas bastante interesantes.

Principales ascensos de Rafael