Presentación

En 1938 los socios del Club Alemán Andino (DAV), fieles a su tradición de replicar las condiciones que un montañista podía encontrar en Los Alpes, inauguraron su nuevo refugio en las cercanías de La Parva. En esa época, cuando todavía no existían los actuales centros de ski, este refugio fue pensado como una primera opción para acercarse a la nieve en invierno. Al refugio se llegaba desde Yerba Loca y la mayoría lo hacía a caballo para así poder llevar los esquíes. El sueño original consistía en contar con una red de refugios que permitiera recorrer la cordillera tanto en verano como en invierno y así facilitar la práctica de los diferentes deportes de montaña. Lamentablemente, con el tiempo y el calentamiento global, la nieve comenzó a escasear en los alrededores del refugio ubicado a unos 2500m de altitud y con la apertura de centros de ski en los alrededores de Farellones, los aficionados a los deportes invernales comenzaron a moverse hacia ese sector dejando al refugio Alemán de La Parva cada vez con menos visitas. Esto último provocó que el refugio recibiera visitas poco deseadas y fuera saqueado en más de una ocasión. Aproximadamente en la década de los 60, el refugio dejó de recibir mantención y se encontró abandonado.

Más tarde, en el 2021, por iniciativa de la Municipalidad de Lo Barnechea, dueña de los terrenos en que se encuentra el refugio, éste fue restaurado y en ese estado se puede visitar hoy en día Ver foto 8 y Ver foto 9. No se sabe aún si es que el refugio además de tener sus puertas abiertas, en el futuro va a ofrecer algún servicio a los visitantes.

Además de la posibilidad de visitar el refugio accediendo a él desde Yerba Loca, también existe la posibilidad de hacerlo desde Farellones a través de un sendero que transcurre a los pies de las canchas de ski de La parva y por arriba del camino de acceso a Yerba Loca. Con una distancia similar al sendero que proviene de Yerba Loca, el sendero que proviene desde Farellones tiene un menor desnivel puesto que se parte casi de la misma altitud.

Época adecuada

Todo el año, teniendo en cuenta que en invierno puede haber algo de nieve en la ruta y que a comienzos de la primavera el estero Barros Negros aumenta su caudal.

Acceso

Desde Santiago hay que salir hacia el Este por el Camino a Farellones. Tras aproximadamente 1h de camino, una vez en este poblado, se ingresa a este poblado por el Camino de los Cóndores y luego se toma el primer desvío a la izquierda por el llamado Camino de la Puntilla. Se avanza por esta calle y cuando da una curva hacia la derecha (Este), justo al frente del antiguo refugio de la Universidad de Chile, se encuentra el inicio de la ruta y hay espacio para estacionar un par de vehículos. En este lugar hay un par de letreros indicando un recorrido que se puede hacer desde este punto hasta un mirador ubicado a poca distancia sobre un roquerío Ver foto 1.

Permisos / Precios

No hay para esta ruta.

Alojamiento / Infraestructura

Por el momento no es posible alojar en al refugio Alemán de La Parva, aunque es posible que en un futuro cercano vuelva a serlo.

Recomendaciones

• Durante el trayecto se cruzan varios cursos de agua, sin embargo, no es recomendable recoger agua desde ellos puesto que en su parte superior pasan cerca de zonas habitadas en los centros de ski y no es seguro que las aguas se mantengan limpias.
• Desde el refugio Alemán es posible continuar la excursión y descender hacia Yerba Loca. Para más detalles se puede revisar esta ruta.

Equipamiento

• Zapatos de trekking
• Bastones (opcional)
• Abrigo según la época.

Itinerario

1. Santiago - Refugio Parva Alemana - Santiago

• 

  Álvaro Vivanco - Refugio Alemán de la Parva

• 

  Álvaro Vivanco - Inicio de la ruta

• 

  Álvaro Vivanco - Vista general de la ruta

• 

  Álvaro Vivanco - Descenso hacia el fondo de la quebrada

• 

  Álvaro Vivanco - Cruce del estero Barros Negros

• 

  Álvaro Vivanco - Cruce con ruta de bicicletas

• 

  Álvaro Vivanco - Refugio abandonado

• 

  Álvaro Vivanco - Tramo final

• 

  Álvaro Vivanco - Exterior del refugio restaurado

• 

  Álvaro Vivanco - Interior del refugio restaurado