Presentación

El cerro Negro o Pabellón es el más alto de la cordillera frontal de Mendoza. Está ubicado en el extremo norte del cordón de Las Delicias, región muy poco conocida por los montañistas. Por muchos años la altura de su famoso vecino septentrional, el Plata, estimada en 6310m, lo relegó a un segundo plano, dada su larga aproximación y la dominante y cercana presencia del Tupungato. Con la nueva tecnología de GPS y SRTM(*), sabemos a ciencia cierta que por unas decenas de metros, el Plata no alcanza los 6000m, por lo que hoy debiéramos considerar indiscutiblemente al cerro que nos ocupa, como el más alto de la cordillera frontal mendocina.

La montaña presenta dos cumbres de similar altura en sentido Este-Oeste, unidas por un filo de poco más de un kilómetro de largo. Este filo desploma hacia el norte en una escarpada vertiente surcada por canales de nieve. Al sur por el contrario presenta un extensa y suave ladera. Posee varios glaciares: el de la cara sureste, bastante agrietado y suspendido entre farellones de roca desagua al río Las Tunas. El glaciar de la cara sur es el más extenso y aporta sus aguas al río Tunuyán. Al Noreste y Noroeste presenta glaciares menores. La cara oeste del cerro, faz que muestra hacia el volcán Tupungato, es una extensa ladera de piedra suelta que recuerda a la oeste del cerro Plata.

Toponimia

Su perfil asoma majestuoso visto desde el llano mendocino, compitiendo con el volcán Tupungato. Su adusto perfil rocoso, con dos cumbres, justificó el apelativo de “descabezado” con que fue llamado por algunos exploradores de principios de siglo XX. Hoy, el utilizado apelativo de “Negro Pabellón” pareciera ser el producto de la conjunción de los otros dos nombres con que se lo conocía y aparecía en los mapas: “Cerro Negro o Pabellón”. Cualquiera de los dos nombres describe características evidentes del cerro, como es el color de su roca o el perfil cuadrado que asemeja una bandera. Pero la profusión de nombres iguales para distintos cerros de nuestra cordillera (sólo en Mendoza hay varios “cerros negros”) quizás sea la razón por la cual se lo llame con los dos nombres, para no dejar lugar a dudas a que cerro nos estamos refiriendo.

Primeros ascensos

El primer ascenso a este imponente cerro se debe a Andrés García, José Almécija, Dante Maniero y Dante Bañón, el 3 de abril de 1953. Previamente había sido intentado varias veces por el ya conocido para esa época montañista mendocino Fernando Grajales, quien vivía en Tupungato, a los pies del cerro. El complicado acceso a alguna cara escalable había rechazado a Grajales una y otra vez. Los que finalmente lograron la cumbre eran cuatro jóvenes y desconocidos montañistas que se largan a la aventura con el dato concreto de un portezuelo secreto brindado por arrieros de la zona. De esta manera escalan la arista sureste que los conduce al plató al sur de la cumbre. La ascensión no está exenta de riesgos y congelamientos, con que pagan la osadía de tamaña aventura. Pasarán casi 20 años para que otro grupo se aventure en esta montaña. Una poderosa expedición japonesa a los Andes centrales tiene como objetivo al cerro Marmolejo, que no logran vencer, y al Negro Pabellón, donde inauguran una nueva ruta de ascenso por el filo suroeste, desde el valle del río Tunuyán. No encuentran el testimonio de los primeros, razón por la cual reportan su ascenso al American Alpine Journal como primera ascensión, suponiendo que García y compañeros habían alcanzado la cima menor (este). Diez años más tarde, a comienzos de la década de los 80 del siglo XX, es ascendido por un grupo de deportistas del Club Andinista Mendoza, en el marco de una expedición de la Escuela Técnica de Montaña, repitiendo la ruta de los japoneses.

Nota

(*) SRTM (Shuttle Radar Topography Mission): fue una misión espacial de transbordador Endeavour, que consistió en llevar un sistema de radar especialmente modificado para obtener un modelo digital de elevación de una zona del globo terráqueo, de modo de generar una completa base de cartas topográficas digitales de alta resolución de la Tierra.

Referencias

• González, Jorge (2010) “Historia del montañismo argentino” (pág.83).
• Magnani, Alfredo (2011) “Club Andinista Mendoza” Tomo I (pág.152)
• “The journal of Japanese Alpine Club”, vol. LXIV, 1969, (pág. 88 a 101).
• Comunicación personal de Lito Sánchez, sobre la expedición de la Escuela Técnica de Montaña del Club Andinista Mendoza.
• Comunicación personal de Andrés García (entrevista realizada el día 11 de marzo de 2012 por el autor de este informe).