Presentación

Ubicado en el sector de Termas del Plomo, al noreste del Embalse el Yeso, el cajón del Bello es conocido por las grandes montañas que se encuentran al fondo de éste, tales como el cerro Yeguas Muertas (4912m), el Cuerno Blanco (5038), el Bello (5230m) y la Punta Hohf (4882m). Sin embargo, el cordón que se encuentra al este del cajón presenta una serie de cerros (hay quienes pueden considerarlos sólo puntas) bastante vistosos y a los que se les ha prestado escasa atención, exceptuando por el cerro Gastón (3689m) y el Cuerno Seco (4020m), al inicio del cordón, posiblemente por su cercanía y fácil acceso, desde la laguna de los Patos. Entre estos cerros, destaca por su prominencia y vistosidad el penúltimo del cordón; es decir, el anterior al Yeguas Muertas, ubicado a aproximadamente 3km siguiendo por el filo, en dirección sureste, que figura como p4443 en la carta IGM.

En noviembre de 2024, sin más información que un punto en el mapa (créditos al sitio web Andinismo de Escritorio), los chilenos Wilson Acevedo y Fernanda Weinstein partieron al cajón del Bello con la intención de ascender la p4443, hasta entonces sin ascensos registrados. En esa ocasión, si bien consiguieron llegar al punto que figura en los mapas como p4443, se dieron cuenta de que esa no era la verdadera cumbre, que era unos 100m más alta. El trayecto hacia la cumbre incluía una bajada muy expuesta y no contaban con el equipo necesario, por lo que decidieron dejarlo para otra ocasión. Pocos meses después, en mayo de 2025, volvieron a la montaña con más equipo y montaron un rápel en la parte expuesta, luego de lo cual pudieron alcanzar la cumbre sin mayores contratiempos, bautizando el cerro con el nombre Gladys. El nombre se refiere tanto a Gladys Marín, histórica diputada, candidata presidencial y dirigente del Partido Comunista de Chile, quien además profesaba un gran amor por los cerros y la naturaleza de su país, fallecida 20 años antes, en marzo de 2005; como a la madre de uno de los ascensionistas.

Pese a la extendida opinión de que bautizar cerros con nombres propios resulta de mal gusto, también puede considerarse de mal gusto la extraordinaria desproporción entre los cerros con nombres propios masculinos y los cerros con nombres propios femeninos; como si no existieran mujeres, en la historia de Chile y del montañismo, cuyos nombres valiera la pena conmemorar. Ojalá nuevos cerros continúen el afán por corregir esta desproporción.

Referencia

• Cerro Gladys. Andinismo de Escritorio.