Presentación

El volcán Malacara, que antiguamente pasaba casi desapercibido para quienes visitaban la zona, se ha convertido en uno de los grandes atractivos turísticos de los alrededores de Malargüe. Esto se debe a que es uno de los pocos volcanes hidromagmáticos que existen, es decir, se trata de un volcán cuyas erupciones se producen por interacción entre una masa de magma y aguas subterráneas o superficiales y que destacan por ser erupciones que liberan grandes cantidades de gas y de vapor de agua. Actualmente solo es posible acceder a sus faldeos a través de visitas guiadas contratadas en Malargüe y que permiten recorrer dos cárcavas o socavones que se formaron durante la última erupción por la acción del agua sobre las rocas volcánicas.

El Malacara se encuentra a medio camino entre Malargüe y la laguna Llancanelo en una zona dominada por gran cantidad de volcanes, preludio de lo que más al sur es la Payunia donde se encuentran más de 400 conos volcánicos. La última erupción de este volcán se calcula que ocurrió hace unos 10.000 años. Buena parte del material volcánico que cubre actualmente la zona proviene de la erupción ocurrida en 1932 por el volcán Quizapú, chimenea secundaria del Descabezado Grande ubicado en Chile.

El nombre Malacara es una referencia a un caballo llamado con ese nombre y que junto a su jinete, John Daniel Evans, se ganó un lugar en la historia de la colonización galesa de la Patagonia argentina. La historia tiene que ver con la exploración, en 1884, del valle inferior del Chubut. El 4 de marzo de ese año, cuatro exploradores fueron emboscados por un grupo mapuche que capturó y dio muerte a los galeses, salvo a Evans, quien montado en su caballo Malacara, logró saltar sobre un cañón de 4 metros de profundidad y dejar atrás a sus perseguidores. Malacara tenía una mancha blanca en la cara, al igual que el volcán que lleva su nombre, entre cuyas laderas oscuras destacan los colores blanquecinos de la zona de erupción del Noreste.

Referencia

• Caballo Malacara. Wikipedia