Presentación

“Sentí el místico recogimiento de quien entra en una iglesia, apercibí alrededor la misma paz; tuve deseos de rezar, y despacio murmuré: Dios...Señor. Y supe, antes de verlo, que él estaba allí” (*).

Ubicado entre la provincia argentina de San Juan y la región chilena de Atacama, el cerro Del Toro es un enorme macizo compartido por ambos países. Dada su situación, puede ser considerado uno de los seismiles más apartados de estos países andinos, puesto que se encuentra alejado de carreteras públicas que faciliten el acercamiento. El principal acceso desde Chile es por el noroeste, a través del cajón del río Valeriano, tributario del valle de Huasco. Por Argentina en cambio, el acceso más importante es desde el sureste, por el valle del río de las Taguas. Ambas cuencas son posibles de ser conectadas atravesando el portezuelo de Valeriano o de la Copa, inmediatamente al sur del macizo.

 

La primera ascensión deportiva fue realizada el 28 de enero de 1964 por dos montañistas del Club Andino Mercedario, Erico Groch y Antonio Beorchia. En la cima encontraron una pirca de piedra que al intentar removerla descubrió lo que parecía ser una gran piedra blanca, sin embargo, luego corroboraron que se trataba de la parte superior de una cabeza humana. Los andinistas dejaron el hallazgo en su lugar y decidieron organizar una nueva expedición, acompañados esta vez por el famoso doctor suizo Juan Schobinger de la Universidad Nacional de Cuyo. Las investigaciones en terreno dieron como resultado el hallazgo de una capacocha, donde un cuerpo momificado de un hombre joven de entre 20 y 22 años de edad se encontraba junto a varios elementos de indumentaria y de uso doméstico aborigen. Hoy, el cuerpo de la momia del cerro Del Toro se exhibe en el museo arqueológico Mario Gambier en Rawson, San Juan.

 

Se desconoce el origen de su nombre, sin embargo, la denominación es predeportiva, toda vez que la montaña es considerada con tal topónimo ya desde los albores del siglo XX, como bien lo consigna don Luis Riso Patrón en su notable obra “Diccionario Geográfico de Chile”.

 

Permiso de ascensión.

 

Las personas no domiciliadas en Chile que van a efectuar expediciones de carácter científico, técnico o de andinismo en la zona fronteriza correspondiente a la vertiente chilena, requieren autorización de la Dirección de Fronteras y Límites de Chile (DIFROL) . Los requisitos para efectuar este trámite están publicados en su página web, en la sección "Autorización de Expediciones". Por Argentina no existe esta limitación, no obstante, se deberá gestionar los permisos de paso correspondiente con la mina Veladero, controladora del acceso por esta vertiente.

 

Nota
(*) Extracto del relato de Antonio Beorchia aparecido en revista de Club Andino Mercedario y citado por Evelio Echevarría.

 

Referencias 

• Echevarría, Evelio (1999)”Chile Andinista: Su Historia", Ediciones Talleres Von Plate (pág. 16)
• Gallop, R. N. (1965) “American Alpine Journal”, American Alpine Club (pág. 461)
• Riso Patrón, Luis (1924)”Diccionario Geográfico de Chile”, Imprenta Universitaria (pág.890)