Presentación

Con un poco más de 2600m de altitud, el cerro Chaguareche se impone a la vista de quien ingrese al valle del río Cogotí. Con dos cumbres rocosas y con más de 500m de prominencia, el cerro sirvió a los habitantes ancestrales del sector para marcar las estaciones del año, tal como atestiguan los petroglifos ubicados a sus pies en el sector de Rincón las Chilcas. En estos extraordinarios vestigios arqueológicos, entre otras cosas, se encuentra dibujado el cerro que, según interpretaciones, pudo servir para marcar el solsticio de verano y así ayudar a los pueblos originarios de la zona a contar el tiempo y mantener los ciclos naturales que les permitían convivir con la naturaleza. Debido a esto, es que el cerro adquirió un carácter sagrado que, en cierta forma, todavía mantiene hoy.

La cumbre del Chaguareche es visible desde la ciudad de Combarbalá desde la cual se puede realizar una excursión por el día para ascender este hermoso cerro. Debido a la gran prominencia que tiene, la vista desde su cumbre abarca una gran superficie en una zona en que la Cordillera de los Andes no alcanza grandes altitudes. El ascenso del Chaguareche, aunque un poco largo puesto que exige recorrer más de 1300m de desnivel, no reviste mayor dificultad técnica con la excepción de algún gateo en roca en la zona de la cumbre. En invierno el ascenso se puede ver recompensado por la abundante presencia de nieve.

El significado de la palabra Chaguareche no está claro, pero se sabe que es una palabra que proviene del mapudungún, al igual que otros topónimos de la zona en la que conviven palabras de origen diaguita con otras de origen mapuche. No se sabe quién realizó el primer ascenso del cerro, pero es probable que éste haya ocurrido en tiempos precolombinos debido a la importancia que tenía el cerro para los habitantes de la zona y a la poca dificultad técnica que implica subir a su cumbre.